Los motores de corriente continua son máquinas capaces de convertir la energía eléctrica en mecánica. Entre sus ventajas, destacan su gran capacidad de generar un par muy alto a baja velocidad, su exactitud, su facilidad de control o el alto rendimiento a una gran variedad de velocidades.
Además, otra gran ventaja característica de los motores de corriente continua es su facilidad para invertir la marcha en grandes motores, que trabajan con cargas de elevada inercia y son capaces de devolver energía a la línea, de forma que trabajan como un generador. De esta forma, pueden frenar y reducir la velocidad.
Todo ello los hace idóneos para su empleo en máquinas que necesiten trabajar de forma fina a velocidad variable.
En cambio, entre sus desventajas, sobresale la de contar con un coste, tanto de adquisición como de mantenimiento, bastante elevado.
A pesar de ello, debido a sus ventajas, los motores de corriente continua son ampliamente empleados en muy diversos ámbitos, tanto a nivel industrial como en la fabricación de máquinas para consumo doméstico.
Aplicaciones en el ámbito del consumo de los motores de corriente continua
- Giradiscos
- Lectores de CD
- Discos duros
- Motores para modelismo y aeromodelismo
Aplicaciones industriales de los motores de corriente continua
Principalmente se emplean en motores lineales, para trabajar a tracción sobre rieles y en la fabricación de servomotores.
- Construcción de trenes de laminación reversibles y capaces de aguantar cargas muy altas, para lo cual se acoplan varios, agrupados por pares o tríos.
- Cizallas en trenes de laminación en caliente, para lo cual se emplean motores en derivación.
- Trenes de laminación en caliente tipo Konti, que emplean diversos bastidores, mediante los cuales se consigue aumentar la velocidad a base de ir reduciendo su sección.
- Máquinas trefiladoras y en el control de máquinas bobinadoras de las industrias papeleras.
- En el ferrocarril
- En las máquinas elevadoras y extractoras.
