Un motor eléctrico de corriente alterna es una máquina capaz de convertir energía eléctrica en energía mecánica, empleando para ello la variación de campos magnéticos. Se componen básicamente de una parte fija denominada estator, y el rotor, o parte móvil.
Los motores de corriente alterna son los de uso más extendido en la industria, debido a su buen rendimiento, sencillez constructiva, y bajo mantenimiento.
Los parámetros operativos, que diferencian las características de los diferentes motores de corriente alterna son la potencia, medida generalmente en kilovatios (KW) o caballos de fuerza (HP), el voltaje -medido en voltios-, la corriente eléctrica -medida en amperios-, y la eficiencia, que analiza la capacidad del motor de transformar la energía eléctrica en trabajo con la menor pérdida energética posible en forma de calor.
Tipos de motores
Se pueden establecer diversas clasificaciones de los motores de corriente alterna.
Así, en función de su velocidad de giro encontramos los asíncronos, en los que el rotor y el estator nunca llegan a girar en la misma frecuencia, y los síncronos, en los que la velocidad de giro depende directamente de la frecuencia de la corriente eléctrica mediante el que es alimentado. Estos últimos pueden funcionar como generadores o como motores, y son los empleados generalmente en las centrales hidroeléctricas.
Por el tipo de rotor encontramos los motores de corriente alterna de anillos rozantes, capaces de eliminar la corriente excesivamente alta generada al arrancar, y los motores de corriente alterna con colector, usados generalmente en alternadores, turbinas de viento o generadores, y tienen la ventaja de contar con un tamaño y peso reducidos.
Por último, puede establecerse una última clasificación en función del número de fases de su alimentación, en monofásicos -los primeros empleados a nivel industrial-, y trifásicos, que son actualmente los más empleados, gracias a su capacidad para invertir el sentido de su rotación simplemente invirtiendo dos puntas del estator.